Aumentan en incidencia y prevalencia año tras año. Las causas de los mismos pueden ser múltiples. Tener o haber padecido alteraciones en las relaciones familiares, una educación sexual inadecuada o una experiencia sexual traumática, pueden ser algunos de los factores predisponentes.
Además, diversos factores como una anticipación al fracaso, sentimientos de culpa frente a las relaciones sexuales o una pérdida de la atracción. Los trastornos de la sexualidad más frecuentes del hombre son las dificultades en la erección y la eyaculación precoz, aunque también se tratan otros como la eyaculación retardada o ausente, o el deseo sexual hipoactivo. En las mujeres, los trastornos más frecuentes son el deseo sexual hipoactivo, seguido de la anorgasmia y el vaginismo.